Mi papá se llamaba Rafael. Era ingeniero civil, y falleció cuando mi segunda hija tenía 5 meses. En ese momento a pesar del dolor de su partida, aunque yo sabía hacía un tiempo que estaba enfermo y no iba a estar conmigo mucho más tiempo, me alegré de que por lo menos hubiera llegado a conocer a mis hijos, sus nietos. Pero yo sabía que él se iba con una pena. Con una promesa incumplida. Yo le había fallado. Por eso, la última vez que lo ví, en esa cama de terapia intensiva, todavía consciente, le prometí que si tenía otro hijo varón le iba a poner su nombre: Rafael. Y él me miró directamente a los ojos, como diciéndome sin palabras que esperaba que yo cumpliera esa promesa.
Mi papá era judío sefaradí. Es decir, descendiente de aquéllos judíos que fueron expulsados de España en 1492 y que, en su largo peregrinar, llegaron a asentarse mayormente en Turquía, de donde vinieron mis abuelos, pero también en otros países, como Marruecos, Bulgaria, Grecia…Para los judíos sefaradíes es un gran honor que uno (o varios) nietos, ya sean varones o mujeres sean bautizados con su nombre. Por eso en las familias sefaradíes es común encontrar varios primos llamados igual. Pero hete aquí que para los judíos ashkenazíes, es decir aquéllos que provienen mayormente de Europa del Este, la tradición es otra. Consiste en nombrar a los hijos como el abuelo o abuela fallecidos. Nunca en vida de estos, ya que se considera de mala suerte. Mi mamá es judía ashkenazí. Por esto y por otro motivo que contaré algún otro día, mi primer hijo varón no se llamó como mi papá.
Lo cierto es que a pesar de la promesa que le hice a mi papá en su lecho de muerte, no estaba en nuestros planes tener otro hijo. La familia tipo ya estaba completa con un varón y una nena que solo se llevaban 18 meses.
Los años pasaron, el dolor por la pérdida fue disminuyendo, como siempre pasa con los duelos que terminan, pero el recuerdo de papá siempre siguió y sigue muy presente.
En marzo de 2013 a mamá le diagnosticaron cáncer de colon. Mi pilar, mi mentora, mi ejemplo en la vida, mi mano derecha e izquierda, mi guía, mi consejera, mi amiga. Mi mundo se derrumbaba. Fueron días de angustia, de miedo, de ir y venir entre estudios y consultas, de sanatorios y espera. Pasó la cirugía que gracias a las hábiles manos del ángel cirujano que nos tocó en suerte, fue todo lo exitosa que se podía esperar. Mamá volvió a su casa, y yo, recién en ese momento me percaté de que algo estaba faltando.
Pasé por la farmacia y casi pensando que tiraba la plata a la basura, ya que era IMPOSIBLE, compré un test de embarazo. Lo hice en el consultorio, entre paciente y paciente, esperando los 5 minutos reglamentarios con la tirita sumergida, y con toda la tranquilidad me dirigí al baño, donde 2 clarísimas rayas rojas me esperaban con la buena nueva.
No hizo falta que viera el papelito con el informe que decía XY para que yo tuviera la absoluta certeza de que era un varón. Un hermoso, sano y bienvenidísimo varón, que por supuesto, se llamó Rafael.
Papá y yo estamos en paz. El se fue sabiendo que siempre cumplió conmigo. Y yo al fin pude decir que también cumplí con él.
GW dijo:
Es un placer leer tu blog. Aunque lloré, mucho.
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Contessina dijo:
Son tan preciosos y sentidos tus textos, que cualquier comentario empañaría el clima que has logrado.
Un placer leerte sin los 140 barrotes de la jaula del pajarito azul.
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primumnonnocere75 dijo:
Gracias!!
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Cecilia dijo:
Hola!! Cada vez que te leo me pongo a llorar de emoción. No,embarazo en mi caso hoy seria obra del Espíritu Santo. Me debe estar por venir tanta sensibilidad.
Me encanta leerte. Soy de 1973, cuando Nadia tuvo su diez yo tenía 3 años recién cumplidos, si fue hace cuarenta años. Los cumplí -43- el viernes 15 de julio.
Besos y te leo, ya me hiciste tu lectora. Un gran cariño.
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primumnonnocere75 dijo:
Gracias!!
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Flavio Andrés Delvo dijo:
❤
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Javier da Fonseca (@jdafon) dijo:
Que gran historia y que bellas palabras. Esos niños tienen una gran madre.
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Celia Leonor Barreto dijo:
Qué placer leerte por primera vez… eso me hace desde ya, poder hacerlo en otras oportunidades. Gracias por escribir tan pero tan bien, ya que entraba en tu historia cómodamente por tanta sensibilidad de tu para parte al hacerlo. feliz de haberte encontrado siguiendo notas tras notas. Otra vez muchas gracias!
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Celia Barreto dijo:
Muchas gracias por participar tan generosamente tu historia, ya sé que te buscaré para leerte en otro momento. Escribes tan pero tan bien, que podía entrar en cada momento de mayor emoción y disfrutarte y emocionarme contigo. Otra vez muchas gracias!
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Anita dijo:
Hola doc, que hermoso relato. Mi papá falleció hace muy poco, noviembre de 2015, siempre me decía que quería tener un yerno y nietos, por poquito no alcanzó a conocer a mi novio (hacia poco salia con él y literalmente, lo presenté al resto de mi familia en su velorio) y a pesar de que soy enormemente feliz con él tengo una gran pena de que no se hayan conocido. COn la idea de tener hijos me pasa lo mismo, el día que los tenga no voy a poder dejar de pensar en como hubiera sido como abuelo. Es lo que me tocó, al menos voy a poder contarles la clase de hombre que fue. Un beso, te felicito por el blog.
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merota dijo:
q lindo relato! gracias x compartirlo
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Alejandro dijo:
Cada cosa merece un comentario tuyo,que ciertamente tiene una carga emocional grandísima. Creo haberme enterado del nombre de #BebuloDeMamula. Muchos nos alegramos de haberte conocido a través de twitter. Cada uno sabe lo que hizo y como se comportó. No somos dueños de nada,todo nos es prestado, pero lo bueno es que muchos tienen memoria, para arrepentirse, alegrarse, pensar o recordar.
Gracias por compartir tus experiencias, y por qué no tu vida, y por enseñarnos a quienes creemos conocer mucho de algunas cosas, otras que además de ser parte de tu vida e historia personal, nos sirven como aprendizaje aunque más no sea de cultura general.
Gracias. Y un recuerdo para tu padre. Bueno ahora anda a hacer parir.
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primumnonnocere75 dijo:
Gracias 😊
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Marian dijo:
Qué hermosa historia…las cosas por algo pasan dicen…hermoso nombre, hermoso el bebulo 😊 y hermoso el sentimiento de estar en paz.
Felicidades!
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NORMA dijo:
Hermosa historia! Gracias por compartirla!
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Ricardo Diaz dijo:
Me emocionas y mucho, seguro tu papa debería verte con los mismos ojos, con los cuales veo a mi hija Guadalupe de 10, nada de ella puede decepcionarme, así que mira si le podrías fallar de algún modo a tu padre, Rafael, que lindo nombre, debe haber sido un tipazo, esta bueno andar con esos recuerdos a cuesta
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Mara dijo:
Pucha, que me hiciste llorar.
Perdí a papá muy chica, no llegué a hacerle ninguna promesa y ni siquiera me pude despedir… Pero si algo me dolió mucho en mi vida es que no llegara a conocer a mi hijo…
Un beso de la nena mala…
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primumnonnocere75 dijo:
Otro para vos!!
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Graciela dijo:
No estoy llorando, abrazo doc!
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